SENTIRES, o una indagación sobre el alma

Antonin Artaud en alguno de sus escritos decía que un artista debía ser un poeta del corazón. Y aunque poner una descripción tan categórica como esa al director de Sentires podría ser una exageración, por el contrario pensamos que Agustín Saiegh no está muy lejano a ello.

Un escenario casi despojado de escenografía, solo con una cuerda que atraviesa ambos lados del espacio escénico con fotos de los clowns que actúan en la obra. Una banda formada entre un músico sin nariz y algunos clowns haciendo de banda sonora del espectáculo, acomodados en un rinconcito del escenario casi a oscuras, y luces tenues pero cálidas con algunas nubes colgando del techo del teatro dan el marco de lo que veremos al comenzar la obra.

El universo de los sentimientos es tan grande como la cantidad de filósofos que han abordado el tema del alma y la estética. Desde Sócrates a Tomás de Aquino, y hasta Kant realizan discusiones sobre el alma. ¿Y porque citamos a estos filósofos? Bueno, no indagaremos en sus postulados sobre este tema, pero si hay algo que tiene que ver entre la pregunta filosófica sobre el alma y cierta idea que ronda durante toda la obra. Y es que son los propios clowns que ofrecen sus miedos, sus ilusiones, sus anhelos y sus desventuras quienes indagan en acción, en escena, sobre el alma y el sentir.

Pero vayamos a lo mas concreto de la puesta. En Sentires mas allá del hilo conductor que es el tema, y el tema es el título de la obra, hay algún motor que guía la puesta. Y es la búsqueda de un amor por parte de dos clowns: Vitamina C e Íntimo, y a partir de allí durante todo el desarrollo de la obra vemos distintos momentos donde los 14 clowns en escena superan pruebas, navegan en dificultades y desbordan una locura juguetona.

Es muy difícil sostener una puesta que de principio a fin, con matices y momentos mas cómicos y otros mas emotivos, se sostenga en un mismo clima y que de allí no salga. Eso por lo general puede tornarse un poco tedioso. Y es que muchas obras necesitan de una presentación, un desarrollo, un climax y un desenlase. Pero, y aunque en cierto modo en Sentires eso aparece, no se desarrolla de la manera mas obvia; y el director apuesta por una idea que de principio a fin se sostiene, en gran parte porque se ve una indagación real en las preguntas sobre los sentimientos.

Es realmente interesante destacar el trabajo del director Agustín Saiegh, ya que esta es su segunda puesta (la primera fue Sonorium, la cual se repondrá dentro de pocas semanas), y aunque con tan pocos trabajos realizados como director no se puede ser tan categórico en que en sus trabajos hay una línea de indagación, si se puede decir que este multifacético músico, clown, director y profesor de clown, camina en una dirección clara de hacia donde lleva sus trabajos, ya que tanto en Sonorium como en Sentires, se pueden ver ya ciertas marcas comunes del director.

Pero retomando sobre esta puesta, también es de destacar el trabajo de los clowns, ya que mas alla de las marcas propias de dirección, se nota que cada uno hizo un trabajo de indagación sobre el tema tratado. Y eso solo con ensayos y un trasbajo previo de entrenamiento en esta técnica del payaso, siempre tan compleja y profunda, puede dar. Por eso es de destacar cada una de las 14 actuaciones.

Elenco: Constanza Pontoriero (Acetona); Romina Furchi (Budín); Marina Impari (Cebada); Carlos Merlo (Copito); Mijal Geigner (Fugazza); Juan Osuna (Íntimo); Patricia Feldman (Janita); Sofía Boretchkaia (Kuka Hello); Xoana Solferino (Ramón); Gabriel Mercado (Reimond); Gabriel Martinez (Timorato); Juan Pablo Carrasco (Tutito); María Eugenia Riera (Violeta Porra); Catalina Luchetta (Vitamina C); Ulises López Languno (músico en vivo)

Sentires se presenta todos los sábados a las 20hs en Espacio Aguirre, Aguirre 1270.

Reservas: teatro@espacioaguirre.com.ar

Por Matías Katz

Sentires

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