Por Paola Olari Ugrotte
Nora Lezano se asume FAN y así nombró a su muestra magistral de 25 años de trabajo que en 2015 se expuso en el Centro Cultural Recoleta en el cual se incluyó a sí misma en las típicas fotos que le pediríamos nuestrxs ídolxs si lxs tenemos cerca.
Tal vez por esa impresionante colección de retratos de lxs músicxs más reconocidxs del género o por sus comienzos de fotógrafa en recitales cuando tenía 20 años, Nora es indiscutiblemente una estrella más del ambiente.
Su sensibilidad y paciencia saltan a la luz con solo mirar sus imágenes. Sus palabras claves, las que repite en cada entrevista son precisas: confianza y entrega. La fórmula le ha dado resultado parece, porque como en la anécdota en la cual Gustavo Cerati le decía que por fin podía reconocerse a él mismo en las fotos, Nora logra revelar a las personas como son generando una apertura ante la cámara que la distinguen.
La niña mimada de Charly García y Fito Paez dejó la carrera de biología y se tiró de cabeza al pogo. Su simpatía y precisión lograron captar por un tiempo la adrenalina de la música en vivo. Pero además se corrió la voz de su capacidad y aquellxs que usualmente se resisten a la cámara por vanidad o timidez, acudieron a ella para tener la tapa de un disco o las fotos de promoción de su último trabajo.
A la manera de una Annie Leibovitz local, se mezcló con lxs artistas y se hizo amiga, pero al mismo tiempo se volvió invisible y contempló momentos únicos que su cámara comparte desde ese extraño lugar de privilegio, de cercanía.
Las imágenes que se nos vienen a la mente cuando pensamos en el rock argentino en gran medida tienen que ver con su mirada. Fotos icónicas, transgresoras, dulces e íntimas. Cada persona con su ritmo.
Retirada en parte de los escenarios y la noche, Lezano busca ahora el silencio y se dedica además a montar y dirigir obras de teatro. Su inquietud artística se expande y brilla pero no deja de reaparecer su ojo fanático cuando realiza las fotos del último disco de Charly, Random.
Detallista y espontánea, dos características que van de la mano con esta artista que elige controlar los elementos y dejar que fluya el encuentro con lxs retratadxs. Suele no trabajar con maquilladorxs y vestauristas para evitar mucha gente en el set y dependiendo de la persona propone o espera la idea que defina la sesión.
Como le gusta que no se la encasille como fotógrafa solo del rock, aunque esa veta nos guste tanto, podemos contar que ha realizado proyectos sobre el cuerpo (“Communitas”, con textos de Emilio García Wehbi), muchas fotografías de teatro (Deseo) y prensa para la sección Radar de Pagina 12. También realizó en 2016 un calendario de perros rescatados (con las intervenciones de Renata Schusscheim) en honor a su perra Blanqui que adoptó para pasar a ser una de sus principales modelos.
Así como esperamos su libro de la muestra FAN, como un álbum de familia (musical), también le tenemos fé a la publicación de su libreta de notas, en la que conviven aforismos y dibujos porque Nora es rock and roll, lleno de luz.
Encuentro de Espectadores Revista de Arte y Cultura 