Bajo el bosque de leche: voces distantes

Por Lautaro Heger

los bosques de leche 1

Desde muy temprana edad es que el autor Dylan Thomas demostró su genialidad en el arte delas palabras, tanto en su escritura como en el terreno de la oralidad. Por ejemplo, al recitar dememoria el drama histórico Ricardo II de William Shakespeare, con tan solo cuatro años de edad.

En su labor como periodista, expuso su versatilidad al abarcar diversidad de las distintas ramas del periodismo, desde obituarios hasta críticas de cine. Pero su verdadero fuerte era la poesía, donde el lirismo apasionado y la musicalidad contrastan con el resto de la poesía de su tiempo, más preocupada por cuestiones sociales o por la mera experimentación modernista de la forma. A su vez, es posible vislumbrar en la misma una fuerte influencia del surrealismo inglés, al mismo tiempo que se encuentran reverberancias a la tradición celta, bíblicas o bien a los símbolos sexuales.

Durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial y ante la imposibilidad de participar en ella, Thomas decide abocarse a la radio y es en ese arduo trabajo en el que Under Milk Wood vió la luz y cuya publicación fue póstuma. En la misma se destacan sus diálogos, los efectos de sonido puestos en las escasas acotaciones y demás procedimientos en los que las influencias enumeradas en la producción lírica del autor están más que presentes.

El director teatral Mariano Stolkiner y el músico Gustavo García Mendy recuperan la abundancia de oralidad que el texto propone y la cargan con una puesta donde los elementos visuales se presentan fragmentados, a fin de resaltar el carácter cotidiano de las situaciones vividas por los personajes. A su vez, dicho dúo creativo logra reponer el halo surrealista, característico de la pieza y de gran parte de la obra de Thomas, a través de los recursos multimediales desplegados para representar las situaciones oníricas exhibidas en la historia, generando una interesante dicotomía entre realidad y ensoñación.

Las actuaciones logran dar cuenta de las destrezas a las que el elenco se entrega para encarar una gran diversidad de personajes así como, también, la narración puesta en voz de Ingrid Pellicori (encargada, a su vez, de la traducción) otorgan un clima que logra introducir al espectador en una historia simple, pero poderosa

Autor: Dylan Thomas

Versión: Gustavo García Mendy, Mariano Stolkiner

Traducción: Ingrid Pelicori

Actúan: Luis Campos, Ivan Espeche, Piky Paino, Belén Pasqualini, Ingrid Pelicori, Alejandra

Perlusky, Abril Piterbarg, Ariel Staltari

Músicos: Gustavo García Mendy, Martín Keledjian, Martín Rausch

Vestuario: Micaela Sleigh

Escenografía: Magali Acha

Iluminación: Julio López

Diseño sonoro: Rafael Sucheras

Video: Pauli Coton, Rafael Sucheras

Música original: Gustavo García Mendy

Sonido: Pauli Coton, Rafael Sucheras

Asistencia artística: Eleonora DI Bello

Dirección: Gustavo García Mendy, Mariano Stolkiner

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