Ferdydurke: Juventud, divina rebeldía

Por Lautaro Heger

Escribía para los jóvenes y la posteridad, pero a pesar de haber vivido 24 años en la Argentina, aquí el polaco Witold Gombrowicz es casi un desconocido: sólo lo leen intelectuales, críticos e investigadores académicos. Corrosivo y tragicómico, siempre fue crítico con toda forma de identidad colectiva, que veía como una imposición injusta – aunque inevitable – sobre el individuo y su libertad. Así, la identidad nacional resultó uno de sus principales enemigos y atacó satíricamente las tradiciones polacas, la historia del país y su literatura. Sus obras se caracterizan por un profundo análisis psicológico, un cierto sentido de paradoja, el absurdo, y su tono anti-nacionalista. Las temáticas más frecuentes eran los problemas de la Inmadurez y la juventud, la tendencia hacia la Forma, las máscaras que el hombre se coloca frente a los demás, y un crítico e irónico examen de los papeles de las clases en la sociedad y la cultura polacas, especialmente de la nobleza, representantes de la Iglesia Católica y la provincianidad polaca. Ferdydurke provocó severas reacciones de crítica e inmediatamente dividió a la audiencia de Gombrowicz en devotos admiradores y acérrimos enemigos. Tratando de sintetizar la trama, es la historia de Pepe, un treintañero inmaduro, el cual se despierta en la piel de un alumno adolescente. Todo el mundo lo trata de “mocoso”, al que se puede fácilmente “infantilizar”, cuculeizar. Pepe aterriza primero en los bancos de una escuela caricaturesca donde el ridículo profesor Pimko trata de dominar los impulsos púberes de sus alumnos y su poco amor por los estudios. Dos escenas importantes: la violación por las orejas de Sifón (el idealista) y el duelo de gestos entre éste y Polilla (el realista). Pepe se encuentra enseguida en una familia burguesa, los Juventones, encarnación de las costumbres “modernistas” tales como el deporte, la higiene, el esnobismo de estar à la page. Estos hábitos se inspiraban en la vida norteamericana. Pepe se enamora de la colegiala moderna, quien desprecia su manera anticuada de expresar su amor. Pepe la espía por el ojo de la cerradura, intenta comprometer su belleza y su estilo. La aventura de Pepe se termina en una casa de campo donde debe enfrentar comportamientos arcaicos de una familia de la nobleza terrateniente, medio que Witold Gombrowicz conocía bien por sus orígenes. Al final del libro, se asiste a la rebelión de los servidores contra sus señores y al rapto de la joven hija de los propietarios perpetrado por el narrador. El director Alejandro Genes Radawski realiza una excelente adaptación de la novela de Gombrowicz, en la cual se destacan el trabajo con la iluminación, el aprovechamiento del espacio escénico propuesto por la sala del Teatro Tadrón (el cual no hay que dejar de visitar) y la solidez y versatilidad del elenco en su totalidad, ya que, si bien la composición de los personajes pueden generar la identificación con los estereotipos de las nacionalidades allí representadas, la multiplicidad de personajes encarnados por las cuatro actrices exhiben un trabajo muy bien logrado. Una gran oportunidad para disfrutar y descubrir de éste tan prolífico autor.

Autoría: Witold Gombrowicz

Dirección: Alejandro Genes Radawski

Actuan: Luján Bournot, Cecilia De Paoli, Celeste Caruso, Camila Docampo

Entradas: http://www.alternativateatral.com/obra42711-ferdydurke

 

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